Relatos, historias y cuentos.

viernes, 18 de marzo de 2011

Conciencia externa

viernes, marzo 18, 2011 Posted by Anil , , 1 comment
Hola chicos!
Esta es la 2da historia loca que pongo en el blog.  Tengo una mania que ha llegado a molestar a otras personas y que hace que unas cuantas mas me consideren friki: Leer un libro por semana. Particularmente,  en esta semana ha sido uno de mi idolo, King. El juego de Gerald es un grotesco libro con una narracion compleja y una trama inusual. El relato de esta edición es bastante apresurado y reune una parte que me ha puesto a pensar y otra que  me seduce siempre en mis historias: La consiencia y lo sobrenatural. Es por eso que la historia se llama "conciencia externa", puesto que siento que al menos una parte conciente de todo el mundo tiene una voz malvada que les seduce a desobedeser o hacer maldades a otros.  Disfrutenla y nos vemos en la sigueente!

CONCIENCIA EXTERNA
Cuando María se murió, Tomas fue a su funeral con la mente nublada por el dolor y la confusión. Ella era su mejor amiga en todo el mundo, no imaginaba chica con la que pudiera contar a cualquier momento, en cualquier lugar, y sin importar que tanto les costara poder hablar. En su cabeza no cabía la idea de que ella no hubiera expresado su dolor o le hubiera dado indicios de sus problemas para tomar un decisión tan radical como la de cortar su venas en una bañera y dejarse desangrar. El tipo de muerte que ella eligió ni siquiera cuadraba con su personalidad: ella, que siempre estaba luchando o ideando como salirse con la suya, dejando escapar su sonrisa pícara y agitando su cabello negro noche con un gesto en la cara que era un reto a la vida. “No me importa” era una de sus frases preferidas, y la que más usaba era “Todo pasa por una perversa razón”. Parecía una chica enamorada de la vida con todos sus defectos. Tenía un novio que la quería, unos padres comprensivos, era inteligente (Aunque de vez en cuando sacaba bajas calificaciones por ser un poco floja), un cerebro enorme y una capacidad para leer bastante buena. Le hablaba desde que se conocieron en la preparatoria, desde el primer día en que se toparon en la cafetería y ambos estaban solos. Con una sonrisa y presentaciones, se hicieron amigos y enseguida comenzaron a contarse todo acerca de sus vidas. La conocía como a la palma de su mano, o eso creía. Así que mientras lanzaban tierra sobre su ataúd y los padres de ella lloraban desconsoladamente, se prometió en secreto que descubriría la razón de su muerte, aunque fuera lo último que hiciera.


Ring…. El teléfono sonaba mientras Tomas lo tomaba y contestaba:

-¿Bueno?

-¿Tomas? Amor, ¿Por qué no me has llamado?- Fue lo primero que le dijo su novia, Aracely, antes que cualquier otra cosa. Claro, siempre era la misma frase, que ya se había convertido en un saludo estándar.

- Aracely… no estoy de humor.

-Amor, sé que esa significaba mucho para ti, pero no ya es tiempo que la olvides. ¡Parece que yo soy la muerta, Por qué no te dignas a hablarme! ¿Acaso me has olvidado? ¿Cómo a los muertos? ¿Es que soy yo la que murió para ti?

-Su nombre era María.- Le dijo Tomas sentándose en la cama. Aracely era una chica narcisista y egoísta, enfocada solo en lo que a ella le concernía y demasiado ocupada en su propia adoración personal como para sentir algo menos que lastima por los que la rodeaban. “¿Por qué ando con ella?” se preguntó a sí mismo al tiempo que le soltaba su sermón ególatra:

-¡Solo me contestas tonterías! ¡Yo soy tu novia, no esa que se murió! Ella ya no existe. Me has abandonado como a los perros que no tienen hogar. No puedes estar de luto por siempre. ¡Necesito que me veas! ¿Hasta cuándo..?

-Aracely, dile por su nombre y déjate de tonterías, el funeral fue ayer.

-¿¡Y no es acaso tiempo suficiente!? Por dios, ¡ni siquiera era de tu familia!

¿Familia? ¡Claro! Pequeño gran idiota que era, si la madre de María le había dicho que pasara por la casa hoy. Debía apresurarse, ya que sentía que era lo único que podía hacer.

-Escucha Aracely, a veces no te entiendo: te trato como reina, pero eso no te llena, siempre exiges demasiado y piensas que no hago nada cuando la relación la he levantado yo; no soy tonto, sé que me engañas, pero no entiendo como no te he terminado. Tal vez, me das lastima. En fin, debo ir a hacer cosas importantes, te llamo luego si quieres, pero no estoy seguro que vaya a decirte. María era mi mejor amiga y me duele que se haya ido, pero es algo que no puedes entender porque estas tan enfocada en ti misma que difícilmente has llegado a amar los que te rodean- Dijo con calma mientras salía de su habitación, y, aunque no supiera, sonreía con suficiencia al callarle la boca a esa chica tan cruel con la que salía, a quien había adorado casi en igual medida que ella a sí misma y a quien ahora detestaba- ¡Ah! y por cierto, yo no confiara tanto en Marina, se está besuqueando con tu amante desde que se lo contaste. Adiós, cuídate, porque nadie lo hará por ti.

Y una figura de aire sonrió al mismo tiempo que Tomas lo hacía.

-Pasa Tomas, buenas tardes.- Le dijo la Señora Reyes, mientras le dejaba pasar y le traía un vaso con agua de la cocina. Estaba más afligida que la última vez que la vio: ojerosa y pálida, con unos kilos de menos y los ojos enrojecidos por el llanto. Y Tomas pensó que debía de ser mucho mas difícil para ella este cambio que para él.

-Mi más sentido pésame, señora. Yo no sé…- Pero se calló cuando la señora lo miro a los ojos y suspiro. “Tal vez mi presencia no le haga bien. Aún es demasiado pronto para hablar con alguien que le recuerda demasiado a su hija. Tal vez deba irme” Estaba sopesando esta idea cuando la señora le dijo:

-Mi hija te quería tanto. Siempre le agradaste tanto, y siempre hablaba de ti. Cuando me dijo que tenía un novio, pensé que eras tú, pero me equivoque. Cuando oía tu nombre siempre sonreía- Su voz se quebró por unos momentos y las lágrimas volvieron a rodar por su martirizado rostro. Tomas quiso acercarse y consolarla, pero ella indico con las manos que no era necesario. Se tomó unos momentos y después le cuestiono muy seria- ¿Sabes por qué lo hizo? ¿Sabes por qué se…?

-No lo sé, señora- Tomas había pensado en el camino que posiblemente le haría esa pregunta, así que creyó que estaba lo suficientemente preparado para contestarla rápidamente- Es que no hable con ella desde el viernes en la tarde y todo parecía de lo más normal del mundo. No sé que la pudo haber impulsado para hacer… eso.

La última vez que se había encontrado, la felicidad que desprendía era exactamente la misma que siempre. Bromearon, rieron y se despidieron como el mismo entusiasmo de siempre. Nunca se hubiera imaginado que no la volvería a ver más que metida en una caja y con la palidez de la muerte dominando su piel.

-Nadie lo sabe. Es un misterio que nunca sabré… mi pequeña hija… ¿Qué te hiciste?....

Y así lloro largamente por un buen rato, esta vez dejando que Tomas la consolara hasta que se calmó. Cuando El chico decidió que era hora de irse, ella lo acompaño a la salida y ya al despedirse lo tomo de la mano y le entrego una pulsera:

-Toma. Mi hija dejo una nota para ti. Decía “Esto es para Tomas”. Nada más. No dejo ni una nota ni nada . Supongo que al final pensó en ti…. Eres bienvenido cuando quieras visitarme. No me abandones, hijo. Ahora ve con dios. Hasta luego.

Acostado de nuevo en su cama, Tomas veía la pulsera que le había dejado María: Era pequeña, discreta roja y negra, de tejido. Era linda. Un buen recuerdo de ella. Al fin y al cabo, ella se la había dejado. Se la puso y se dedicó a soñar con ella.

-Buenos días hijo. ¿Qué tal dormiste?

“ ¡Y que te importa! ¿Acaso no vez que tengo ojeras?” Una voz resonó en el silencio de su cabeza. La escucho pero no se atrevió a repetirla en voz alta. Miró a su madre y solo movió la cabeza. Ya eran 3 noches en los que no había dormido casi nada. Y lo poco que había dormido, soñaba con una chica hermosa que le hacía acercase y al final se convertía en un cadáver. El principio de la pesadilla era tan agradable que aunque Tomas supiera que iba a pasar, dejaba que la chica se acercara, le acariciara la cabeza y le estrechara hacía sí. Después, la chica se pudría entre sus brazos y alzaba su horripilante cabeza hacia él pidiendo un beso que obligaba a dar al chico, provocando que se despertara de un respingo cubierto de sudor y con la cabeza vuelta un lio. Las veces que se podía dormir terminaba igual: despertando en medio de la noche tembloroso y enfermo, esperando que el amanecer llegara y le permitiera seguir con su vida.

-Tienes mal aspecto… Tal vez debamos ir al doctor a que te recete algo.

“Déjame en paz, solo quiero dormir un poco…” Replico la voz enfurecida dentro de la cabeza. Ultimadamente se presentaba con una fuerza y un volumen para hacerse oír tan claramente que uno podría llegar pensar que era un persona hablado al oído la que saltaba a al ataque ante cualquier excusa. Esa voz,( indudablemente femenina) era tosca, brusca e irrespetuosa; gritaba por todo y peleaba por nada. Tomas se preguntaba qué tan loco estaría para que su mal genio se expresara con voz de mujer. Al final, siempre había sido un choco bueno que obedecía a sus padres y complacía a sus maestros. Todo un ejemplo a seguir.

-Cariño, sé que la muerte de María te ha afectado demasiado- Continuo su madre, demasiado preocupada por su hijo- Pero debes seguir adelante ella lo hubiera querido.

“Tú no sabes nada, so boba, ella no hubiera querido nada porque lo único en lo que podía pensar era morir” Siseo la voz de su cabeza. En realidad, era un pensamiento que poco a poco creer que podía comprender: María llevaba una vida tan prefecta que se aburrida de ella y decidió salir. Comprensible, si ella también tenía las pesadillas que él sufría cada vez que cerraba los ojos.

-Por favor, hijo, dime algo. Me preocupas demasiado. Si quieres podemos ir al psiquiatra, tal vez él pueda arreglar lo que te molesta de noche.

“tan solo óyela… Piensa que estás loco. Te quiera mandar al loquero. ¿Qué clase de madre abandona a su hijo con tanta desesperación? ¡Y ni siquiera llevas una semana! ¿En serio crees que te quiere? Solo te ve como un estorbo, como algo que no vale la pena tener en casa ni como adorno.” Su madre era algo desesperante meditaba mientras bebía un poco de leche y evitaba ver a su madre a la cara. La voz tenía razón: Ella quería deshacerse de él. “y no solo eso querido, tu padre piensa peor que ella: cree que hubiera sido mejor no tenerte como hijo, que no vales la pena para nada. No saliste como él quería. No eres su orgullo. Eres un marica llorón hijo de otro. ¡Ya ni siquiera te quiere ver en las mañanas! ¿O por qué crees que se va en las mañanas tan temprano? Seguro que tiene otra familia y se va a comer con ellos, donde su otro hijo sí que es su orgullo y al cual mima”

-¿Dónde está papá?- Pregunto con un hilo de voz, mientras la voz seguís susurrando cosas a su cansina mente y alimentando sus miedos.

- A tenido que irse temprano- “A trabajar, hijo” completo la voz antes que la madre- a trabajar, hijo.

Una furia nació en la boca del estómago de chico y subió como cohete hasta su boca, mientras su rostro se demandaba en muecas de confusión y de ira. Así que la voz estaba en lo cierto… ¿Cómo no haberlo visto antes? Si tanto así le odiaban, ¿Por qué seguir en casa con ellos?

-Me voy a mi habitación- Dijo con furia y salió rápidamente de la cocina, mientras la mujer se levantaba y le seguía por la casa:

-Hijo… Pero Tomas, ¿Qué te ocurre? ¡Por dios, reacciona!

“¿Reaccionar? Que reaccione la vieja loca, ya estás muy grandecito para que ella te diga esas cosas, ¿No te parece?” Seguía diciendo la voz mientras subía las escaleras si de 4 en 4. Al llegar a la puerta de la habitación, se volvió a encarar a su madre, quien aun lo perseguía con la mano en el pecho y sollozando de angustia mientras repetía su nombre una y otra vez, implorando con los ojos una explicación. “!Que molesta es la vieja! Si tanto se quiere deshacer de ti, ¡que lo diga de una vez! Anda, que es hora de saber la verdad, es hora de que lo sepas todo, que no haya peligro en nada. Anda, que te informe!” Exigía extasiada la voz, alegre de lo que había provocado “Anda, que te explique las cosas, deja que te lave el cerebro, que siempre te has dejado controlar por esa señora. ¿Por qué no le pides que te deje en paz de una buena vez? Ya estuvo bueno de controlarte y hostigarte…”

-“¿Por qué no dejas que me muera y ya? Eso te encantaría, ¿No? que me muera que no tengas que soportar a un loco sin ton ni son que no sirve ni de adorno. - Recitaba palabra por palabra lo que la voz le ordenaba- ¡Anda!, ¡Dímelo! Ya dime que no me quieres mas aquí, que lo entenderé mas rápido de lo que puedas imaginar. ¡Pero por el amor de Dios, dilo y déjame tranquilo!”.

Y cerró la puerta de un golpe. La madre de Tomas se quedó a la mitad de las escaleras, plasmada por lo que acababa de escuchar. La figura de Aire se posó detrás suyo, se movía alrededor y subió al cuarto, y en la alfombra de la escalera so oyó un susurro que bien pudo haber sido “Ya es mío”.

Esa noche, Tomas soñó algo aún mas raro: El sueño empezó igual que siempre: la chica linda se le acercaba y se abrazaba apasionadamente. Pero cuando ella se estrechaba mas a su cuerpo, no se descompuso en absoluto; todo lo contrario: su belleza centello como mil auroras y le beso apasionadamente en la boca, aun bella y con un sonrisa traviesa. Antes de soltarle, con una voz angelical le susurro: “Te necesito conmigo, ven a mi rápido”.

Así pasaron muchas noches con el mismo sueño, y entre mas pasaba el tiempo, mas deseaba soñar con la chica y mas ansiaba estar con ella. Se volvió un tipo grosero, flojo y enojón, que siempre respondía mal a todo y se enajenaba en su mundo. Muchas veces su madre trato de llevarle a un psicólogo a un psiquiatra, pero sus esfuerzos solos dieron como resultados que Tomas se violentara y terminara en su habitación, solo y frustrado.

Y en la última noche, Tomas, desesperado por estar con la chica, se encerró en el baño mientras sus padres discutían como ayudarle, y se dispuso a soñar. Ya en el sueño, la chica se veía terriblemente bella, con un vestido negro salpicado de plata. Su pelo largo y castaño colgaba bajo su espalda y sus ojos claros le miraban con aprehensión.

“Querido Tomas… Me he divertido tanto contigo tanto… pero debo cumplir mi misión… Tu amiga no causo muchos problemas. Ella se dejó caer en solo una noche. Tú has sido tan bueno, pero es momento de seguir. ¿Lo harías por mí?”

Si saber por qué, asistió con la cabeza y abrió los brazos para abrasarla, y se estrecharon en un abrazo fuerte y poderoso; y cuando él la beso, sintió un gran cambio en su cuerpo, como se desarrollaba, hinchaba y luego se hacía pequeño, y como un olor nauseabundo inundaba todo, como al principio de los sueños. Unos pinchazos le hirieron las muñecas y al separarse con un alarido de dolor vio que la chica se alejaba con la cara bastante seria y vio a su propio cuerpo pudrirse y exhalar gases de descomposición que le parecieron verdes y ruidosos, los cuales salían principalmente de las muñecas. Con un grito terrorífico, alzo los ojos hacia el cielo y se dejó caer en la nada.

Al salir de su sopor, se encontró de nuevo en el baño, metido en la tina con agua bastante fría. Le dolían las muñecas y no sentía las manos. Algo en él estaba mal, pues una debilidad de muerte le sopesaba el cuerpo. Giro los ojos y encontró a su bella dama sentada en el filo de la tina, acariciando la superficie del agua… roja…

-Antes de vivir en la pulsera, estuve tranquila y no hacía daño a nadie. Simplemente vivía de sangre en sangre, si es que me entiendes. Soy un espíritu carroñero que disfruta de estar cerca de la tragedia y la sangre. Pero, entonces, el ser humano empezó a disfrutar de mis placeres tanto como yo. Asesinaban a sangre fría y no me dejaban disfrutar de sus frutos, pues la culpa y el miedo al castigo hacia que limpiaran todo. Lo grotesco era era prohibido. Me debilite. Y tuve la necesidad de estar en un objeto sólido para poder sobrevivir. Cuando alguien usa esa pulsera, mi espíritu entra en la mente de esa persona y puedo controlarlos como me venga en gana- jugueteaba sus dedos finos sobre el agua y dejaba que los holanes de su vestido (ahora salpicados de rojo como simulando sangre) entraran en la tina.- Tu amiga fue relativamente fácil, un solo argumento: “Es demasiado perfecto para ser verdad”. Pero tu, eres tan divertido y exuberante , y tu madre tan dramática, que me he divertido mucho hasta hoy. Pero ya me he aburrido y me apetece alguien mas volátil; un persona a la que solo le interese una cosa: ella misma.

“Aracely” pensó Tomas, pues fue lo único que pudo hacer. Sus ojos se movieron de un lado a otro como pidiendo suplica y la dama soltó una risa cantarina.

-¿No? Pero si tú mismo has dejado la nota y la pulsera para ella… Espero que lo encuentre divertido, ya que yo si lo hare. En fin, te estas helando, así que me voy, volveré para el espectáculo… - La voz se volvía un susurro ronronéate -Adiós, amado mío, te veré en los confines del infierno…

-Claro, se muere y solo me deja la estúpida pulsera… Clásico de él… En fin, no esta tan mal y ya iba a terminar con él. Me hizo un favor, aunque sus padres enloquecieran con el funeral. Caso cerrado.

Aracely peinaba su cabello frente al espejo, admirando su perfección. De pronto una idea la asalto, pues no se sentía lo suficientemente adorada por si misma.

-¿Y por qué Joel no me ha llamado?

“Por qué no eres suficiente para él, querida” Le aclaro una voz en su cabeza….



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1 comentario:

  1. 1 Con los errores k no dejan disfrutar la lectura! y sin enbargo, que buena esta!

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