Relatos, historias y cuentos.

jueves, 25 de agosto de 2011

Anfritriones

jueves, agosto 25, 2011 Posted by Anil , , 1 comment
!Hola chicos!
Si estan medio muertos, asustados y abrumados por el regreso a clases, los comprendo perfectamente. El regreso a clases es terrible  (¿A que si?)  Y, personalmente, ( No quiero que se preocupen, pero es verdad) no son los unicos que quieren matar a sus maestros (De hecho, los maestros quieren sepultarnos en tarea). 3  secretos que deben saber:

-Sus maestros son humanos (Algunos como, Perucho o peludo, humanoides).
-Si les dejan 2000 hojas de tareas, resumenes, anailisis,Etc haganlas felices; ellos tendran que revisar 2000 hoja* 35 personas= Mucho mas trabajo para ellos. Exijan la retroalimentación de sus trabajos, asi se aseguran que los profesores leeyeron sus tareas.
-¡Sientete poderoso! Los que te dan clases, fueron como tu años atrás, Dales batalla. Enseñales lo que ellos hacian. Recuerdales que es Ser estudiante.

Bueno, la historia de este mes es curiosa, tiene un llamado  agresivo a la ecologia y salio por accidente (Me refiero a un accidente mio por no fijarme en las indicaciones, o la diferencia entre caracteres y palabras ¬¬) ¡Espero que la disfruten y gracias por leer!


ANFITRIONES
Hoy leí un artículo en el periódico; estaba en primera plana con un título bastante grande en combinaciones roja y negra:
NUEVO VIRUS PONE EN ALERTA A LA POBLACIÓN
      Agosto 8 del 2011.- El vocero de la secretaría de Salud dio una conferencia ayer por la mañana sobre el virus descubierto en los pasados días en toda la república; aseguro que aunque el virus no  es mortal, puede llegar a causar daños  severos  en el organismo. Los brotes comenzaron  el pasado junio 3, cuando se presentaron 3 casos con los mismos síntomas en un hospital de la ciudad de Zacatecas, casos que se pudieron controlar, dejando a los pacientes en una especia de coma. Días después, el hospital general del DF  sucedieron casos similares que los médicos no pudieron explicar, aunque sí pudieron controlar. A medida que ha pasado el tiempo, parece que la enfermedad se ha esparcido a un ritmo controlado pero constante por toda la  Republica Mexicana, e incluso  en la frontera con Guatemala y Estados Unidos.
“No sabemos cuál es el factor de contagio ni como se mueve el virus; prácticamente es  nuevo y sin una patología antes vista, así como vectores de trasmisión desconocidos. Mantenemos a todos nuestros mejores médicos estudiando el caso y esperamos una respuesta positiva en nuestros pacientes. Mientras tanto, rogamos a la población extreme precauciones en los lugares públicos y de preferencia  no salga” Dijo  el Doctor José Avellaneda en la conferencia.
Los síntomas de este nuevo virus son: Elevación de la temperatura corporal normal, alteraciones en la piel (Costras, laceraciones),  crecimiento de cabello  y vello corporal  espontaneo, crecimiento inesperado en los incisivos, pérdida parcial del apetito, nauseas, mareo….
Lo demás  no me intereso leerlo, después de todo,  me sabía los síntomas de memoria. Y sabía de sobra que los medios de comunicación ocultaban, perdían o ignoraban completamente ciertos aspectos de los acontecimientos. Cuando se presentó el primer caso fue la noche del primero de junio y no el 3 como lo dijeron los periódicos: Fue una noche oscura sin luna, totalmente fría y desprovista de estrellas, en una localidad perdida ante las faldas de un cerro; el viento soplaba con fuerza  aunque no era muy frio y el ambiente estaba en tención.  Un viejo me dijo que ese día los animales carroñeros del monte salieron de sus madrigueras, dejando todo atrás de sí como si nadie ni nada los pudiera detener.  Lo sé; esa noche no ululo ninguna lechuza, aulló algún lobo o seseó ni la más pequeña de las serpientes.
Hay una comunidad en la Quemada  que es inhóspita y sirve solo al turismo,  una comunidad enterrada en la tierra y la erosión, una comunidad que será  recordada por el resto de la existencia como la incubadora, aunque nadie sabía eso en ese preciso momento; esta comunidad carece de nombre o, tal vez,  no quiero nombrarlo.
-Doctor, un hombre está muy enfermo en urgencias- Le dijo una enfermera a el médico de guardia mientras agitaba en su mano una jeringa- Se ve bastante deteriorado.
El doctor asistió su plateada cabeza, se paró rápidamente y siguió a la enfermera con un paso lento, no porque no le interesara, sino porque ya era bastante viejo y sus articulaciones se volvían cada vez más elásticas. En la otra habitación un hombre de 25 años yacía tendido en una sucia camilla,  en estado de shock por la elevación  inexplicable de su temperatura corporal y con una gruesa capa de vello por todo su cuerpo, que según le dijeron después al doctor, le había crecido descontrolablemente en un lapso de 6 horas. El doctor no pudo hacer prácticamente nada, salvo tratar de controlar  la  temperatura y evitar que entrara en fase de coma.
5 COSAS QUE LA HUMANIDAD ENTERA IGNORA.
1.       El cuerpo de aquel hombre estaba siendo transformado, mutando segundo a segundo, cambiando adaptándose,  enfrentándose, en pocas palabras, a sí mismo en una lucha perdida.
2.       Hacia la mañana de ese día, el hombre estaba en perfectas condiciones, con una salud envidiable y una resistencia  increíble a todo.
3.       Fue elegido desde hace ya algún tiempo  como el vector padre para la propagación de la enfermedad.
4.       Ese fue el inicio del exterminio.
Después los brotes se fueron dando poco a poco, pues el vector padre tardo varios días en llegar a su destino final: La capital. Estaba escrito en su nuevo código genético que viajara de noche, pues su nuevo y mejorado cuerpo no debía mancharse o dañarse bajo ninguna circunstancia.
Oh, sí, supongo que ya lo sabes. O al menos lo intuyes… Bueno, en caso que no tengas ni idea, te lo diré de forma clara: Soy yo. Yo salí de la tierra con esta maldición apocalíptica.
Nací en el principio de los tiempos, dotada de un cuerpo resistente y eterno; no sé si Dios me creó o el Diablo me Pervirtió porque no creo en ninguno de los dos. Solo sé que estoy aquí, ahora, en este lugar y este tiempo, y que dentro de mí (Donde debería esta mi conciencia) hay una voz que me ordena salir al mundo y cambiarlo radicalmente, siguiendo un plan maestro (O tal vez siniestro)  que tiene su origen en el comienzo del mundo y su fin en la creación de una nueva era.
No tengo nombre, o si lo tengo, no lo sé; esto no importa porque la raza humana tiene la desagradable costumbre de nombrarlo todo con palabras estúpidas he incoherentes. ¿Mi cuerpo? Elástico, pero firme, delgado y con una resistencia de granito, humanoide, piel oscura y (Aunque ni yo misma lo acepte) Rostro humano. Por ser el núcleo de esta… Enfermedad, carezco completamente de vello en la totalidad de mi cuerpo, siento este liso y suave a la vista, aunque no al tacto. Mis ojos son potentes, al igual que mi olfato y mi tacto; tengo una visión excelente, ya sea  nocturna o solarmente hablando; mi olfato distingue todos los olores del mundo: Flores, animales, sentimientos y emociones, mientras que mi tacto es tan potente que puedo adivinar un objeto con tan solo rosarlo 5 segundos. Me alimentó de cualquier cosa: animal, vegetal, vivo, muerto, inerte, solo absorbo la energía que necesito para vivir de la materia. Soy yo y pronto estaré en todas partes y, a la vez, en ninguna.
Distingo perfectamente entre el día y la noche sin importar que tan profundo me halle bajo la tierra; Como ya dije antes, me originé  hace milenios, por lo que mis conocimientos sobre esta tierra y su ambiente  son muchísimo más amplios y consistentes que cualquier ordenador que haya en este planeta. Estudió, meditó y resuelvo  todos y cada uno de  los problemas de los seres humanos, por más  vánales y tontos que sean, hallando la solución de cada uno de ellos; puedes pensar que soy muy sabia, y es verdad (De hecho, mucho más de lo que puedas imaginar), pero mi conocimiento no es para compartir, sino para aniquilar: Soy destrucción; ven a mí y vivirás, aléjate y morirás sin remedio alguno.
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Se oyen pasos… Vienen de arriba, no, mucho más cerca, apenas unos metros sobre de mí. No me he dado cuenta que venían, seguro estaba en estado de somnolencia, en un trance. Algo (Alguien) ha encontrado mi refugio desde los primeros tiempos, mi escondite, y ese algo (Alguien) viene bajando directamente a mi encuentro. A la espera de que esto (Él) llegue, hago cálculos mentales: Hoy, el día número 40 desde el primer infectado,  nuestra raza debe haber aumentado a un ritmo del  200 %; las desapariciones producto de los nuevos neófitos deberían de asustar a la población, difundiendo confusión y temor en las masas. Las cuevas, túneles, ruinas y grietas de la tierra deben estar llenas de nuestra especie, esperando la seña final para salir del escondite y dominar el mundo. En términos generales, todo allá arriba debe estar sumido en caos y  miedo, Justo como se estipula en el plan.
-¡CARAJO!
Abro los ojos: Un humano, como a unos 7 metros de mí se habré camino entre el suelo húmedo lleno de rocas y terrones de tierra en medio de la oscuridad; Yo lo veo perfectamente en la oscuridad; tiene un cabello negro azabache, lacio y brillante, ligeramente alborotado, un cuerpo delgado pero musculoso, con hombros anchos y fuertes,  atlético. Su rostro es atractivo y justo debajo de una frente mediana están sus ojos. Si mi sistema respiratorio no fuera eficazmente silencioso, habría soltado un gran suspiro por aquel hombre: Sus ojos son estrellas, son luminosos, hermosos, negros, medianos, con ligeras pestañas, en fin, perfectos. El sigue caminando directo hacia mí, seguramente ciego entre tanta oscuridad. Si me ha visto está poniéndose en peligro de manera deliberada.
-Detente.
Mi voz híbrida, fuerte, clara y sonora inunda la caverna en la que ambos estamos, tomándolo desprevenido, causando que suelte un pequeño grito. Con el corazón latiendo, me busca entre la penumbra. Son las 12:25 pm, lo cual me dice cómo ha podido llegar hasta mi guarida. Mantengo la inmovilidad total en mi cuerpo, pues no estoy segura si este hombre es peligroso o no. Puedo oír su respiración, puedo ver su sudor recorriéndole la frente y puedo oler su miedo; me siento poderosa y tranquila, asi que decido hablarle lentamente.
-¿Qué haces aquí, humano?
Con otro pequeño grito sumado a un ligero brinco por el sobresalto, el hombre se tropieza con una roca y cae hacía atrás.  Se ha hecho una ligera cortada con una roca; lo sé porque puedo oler su sangre.
-¿Qué haces aquí, humano?
Está en la tercera vez que hablo y el hombre parece entender que alguien (Algo) lo acompaña en esta pedregosa caverna. Tomando aire y con repentino  esfuerzo puede soltarme unas pocas palabras:
-¿Quién anda por ahí?- Susurra con zozobra, abrazando sus rodillas.
Estoy sorprendida y no por el hecho de su pregunta (Porque es típico de los humanos la misma frase insípida y estándar ¿Quién anda ahí?) si no porque conozco esa voz. Es la voz que desde hace tiempo me viene resonando en la cabeza por las palabras de coherencia que pronuncia, una voz de la superficie que siempre capta mi atención, una voz que me inspira confianza y que es sabia. Una voz que yo quería conocer.
-Fernando – Le digo levantando la cabeza y clavando mis ojos en los suyos, mientras repito con voz trémula, nada usual en mi- Fernando.
En sus hermosos ojos se refleja una sorpresa y estupefacción por mi repentino reconocimiento. Su corazón baja lentamente el ritmo cardiaco y sus pupilas se dilatan. Es mi hora de hablar, porque Fernando se ha quedado mudo.
-Te he escuchado desde hace ya bastante tiempo; tu voz siempre encuentra la forma de seguirme y taladrar mi cerebro,  tus palabras son lo más parecido a sabiduría que he oído de esta raza de hombres desdichados. Al fin te conozco y debo decir que no estoy decepcionada: has hallado el camino directo a la salvación.
Al dejar de hablar un eco suena por todas las paredes rocosas, ampliando el sonido y haciendo dramáticas mis palabras. Fernando, que es muy astuto, ya se ha recuperado de la impresión de oírme y sus ojos han seguido mis palabras hasta mi boca.
-¿Salvación? ¿Qué sabes tú de lo que pasa haya arriba?- Pregunta suspicazmente  entrecerrando los ojos para ver mejor- ¿Qué eres tú? ¿Qué haces aquí?
-Eso no es importante. Sé muy bien que vienes buscando respuestas, o de lo contrario hubieras escapado como lo hacen muchos. Estoy aquí y si he de confesarte algo, estoy ansiosa de tenerte.
-¿Tenerme?
-En el comienzo de una nueva era se necesitan especímenes adaptables, rápidos e inteligentes. Me vienes perfecto para  el trabajo, como suelen decir.
Poco a poco se acerca a mí, con miedo, tanteando el suelo por donde gatea.
-El comienzo.- Su mente empieza a trabajar ágilmente, relacionando mis palabras con los últimos sucesos- ¿Sabes que está pasando haya arriba? Debes estar completamente loca; no sabes que hay desapariciones por dondequiera que vayamos; se han cancelado todos los tipos de transporte por la Enfermedad, no hay ni una sola alma en las calles, pues todos están  tan atemorizados que no salen de sus casas. Hay hambrunas. Las fuentes de electricidad no funcionan. No hay comunicación. El agua potable escasea en todos los rincones de la republica- Su voz iba perdiendo miedo y ganando coraje conforme dejaba salir todo su miedo e impotencia- Los niños sufren y las madres no saben qué hacer; tenemos la certeza de que moriremos por una cosa o por otra y que nadie sobrevivirá a este suceso inexplicable, ¡ A este maldito APOCALIPSIS!
En silencio escucho su alterada respiración ahora descompasada. Ira, frustración y miedo se había mesclado en su voz mientras escupía las palabras. Humanos, no me canso de repetirlo, simples humanos.
-Ustedes se lo han buscado.
-¿Qué?
-Ustedes se lo han buscado. Tú mismo lo decías, ¿Recuerdas? El uso incorrecto del agua potable, y su desperdicio. Basura que enfermaba al planeta, humo que contaminaba al aire. Edificios matando  a la tierra, quemas, infestación, sobreexplotación de los recursos naturales, descongelamientos, calentamiento global: todo causado por el hombre y su estúpida creencia de verse como dueños de todo. Ahora que se ven perdidos, buscan tratando de encontrar a alguien a quien culpar. ¿Vecinos? ¿Amigos? ¡Industrias! Nada los deja satisfechos, porque solo se quejan y no actúan.  Te diré algo: ustedes son el plan A, la muestra de que hay que echar a perder antes de mejorar. Enfermaron al planeta, lo destruyeron y se echaron la culpa mutuamente por sus desastres: es hora del plan B del universo, su era ha terminado y la mía comienza.
-Explícate.
-Tu planeta es inhabitable para ustedes. Los fuertes cambios de temperatura los agobian y matan mientras agotan más y más sus alimentos y recursos; prácticamente no les queda nada.  Morirán en cuestión de un año o dos, a lo mucho. El plan ya ha iniciado, la vida debe continuar y ustedes dejaran de ser la raza dominante.
Mi voz se trastornaba a cada palabra, dejándome sentir el orgullo y la sensación de poder que nunca he sentido. Me levanto, llamando su atención, mientras me muestro tan alta como soy. Su voz me interrumpe.
-Eres la enfermedad.
-Correcto – Respondo,  mirándole desde arriba- Soy la enfermedad. Mitad virus mitad parasito. Soy el cambio que desde hace milenios se planea para cuando ustedes fracasaran.
-Los cuerpos que habitas… ¿Tienen parásitos?
-No lo entiendes- Le susurró al oído sin que se dé cuenta- Entro como un virus a tu sistema nervioso y me hago dueña de las células con un citoplasma contagioso, después las transformo, las replicó y altero el ADN, modificando toda la estructura de tu cuerpo. Me apodero de tu mente. Y destruyo tu cerebro.
-Eres una combinación nueva… Por eso los virólogos no saben qué hacer ni entienden la patología del virus…. Parasito….  Virasito.
-¿Por qué siempre tienden a llamar a todo lo que ven con nombres estúpidos? La raza humana y su inhabilitada mente que no puede recordar nada por su forma… tener que nombrar… - ¿Acaso eso importaba ya? Estaban al borde de la extinción, así que deje que nombrara todo lo que quisiera; incluso, tendré la consideración de conservas sus palabras en mi mente, algo delicioso que pronunciar en lo inmenso de mi mente. -Si así lo quieres llamar. ¿Ahora entiendes tu destino?
-¿Cuál es la vía de contagio?- Pregunto bastante  intrigado con sus brillantes ojos en los míos.
- El agua. Desde que tengo memoria, vivo bajo la tierra buscando un manantial subterráneo acuático perfecto del que un hombre pudiera beber mi infecciosa  enfermedad puramente. Lo encontré hace años, pero supongo que les di una oportunidad para ver que hacían. Cuando el vector padre  se infectó, trasmitió el virus por el sudor, lagrimas, saliva. Aunque nunca pensé que podría mutar y hacer el virus volátil… Creo k se merece un premio por eso.
-Y me convertirás…
Si, él entendió su destino. Y si, al final podría tener su voz solo para mí, en mi mente, disfrutar de ella mientras la nueva era comienza. Adiós raza idiota de humanos que no supieron cuidar su planeta, ingenuos que nunca pensaron en que había un final, como todo. No son la raza eterna. Yo soy la raza eterna.
-Dime tus últimas palabras…
-Tu nombre es Arestia.  Y siempre que pienses en ti, serás para siempre Arestia.





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