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martes, 2 de diciembre de 2014

CALAMITAS Cap 1 El rey del salon

martes, diciembre 02, 2014 Posted by Anil , , No comments
Muy buenos  lo que sea lectores:
Al fin graduada y por tanto, desempleada, si que hoy les venimos ofreciendo la historia de Calamitas, que si bien un no lo conocen, en alunes meses sabrán quien es él.
Agradecimientos a los lectores, tooodo es por ustedes chicos, así que destrócenlo si es necesario:

CALAMITAS
Cap 1 El rey del salon

Si tuviera la oportunidad de fundar una banda, seguramente su nombre seria “Pheonix”, y no lo haría por ellos, que fueron grandes entre los grandes; lo haría por él, que tenía magia en los dedos.
Ramiro, o como le llamaba artísticamente, Calamitas.

¿Han escuchado The Devil Went Down to Georgia”? Pues Ramiro sí que la había escuchado, día y noche, noche y día, desde que amanecía hasta que a las altas horas de la madrugada debía de dormir. Para aquellos que no hayan escuchado esta canción, trata de un hábil niño que tocando el violín derrota al mismísimo diablo, a pesar de las trampas de este. 

Ramiro empezó a tocar la guitarra desde que tenía 6 años, mientras su padre le regañaba con su asqueroso aliento alcohólico y su madre le resoplaba el humo de su cigarro.  Tal vez las adicciones de ambos nos les permitieron ver lo prodigioso que era el pequeño con las manos, dado que el sonido que salía del instrumento  era su mayor dolor de cabeza.

En fin, el tiempo no pasa en vano para nadie, así que nuestro pequeño y adorable niño se convirtió en un delincuente en regla, con los mejores trucos o mañas para salir triunfante de cualquier situación.
-Mi nombre es Ramiro Sánchez del Rio, experto en las oscuras artes del delito, con las manos más hábiles del mundo no solo para la música y para las mujeres, If you know what i mean.

Estudiaba en la preparatoria cuando paso el accidente. En el reporte se escribió de la siguiente manera.

“… de la siguiente manera, el alumno Ramiro Sánchez del Rio queda suspendido al tratar de causar un daño físico a su compañero Pedro Ibarra el día 27 de marzo de 2010. Se confirma por medio de la misma que el atacante perdió 2 de los dedos de la mano derecha en el altercado, por lo cual se le llevo de urgencia al hospital donde se pudieron reinsertar los dedos afectados, aunque lamentablemente no se pudo recuperar la movilidad de los mismos.”

Sin embargo no era así como lo relataba en la escuela.  Había entre los compañeros una riña eterna por ganar el puesto de malo en el salón. El estúpido Pedro era un chico malo, famoso por sus habilidades para manosear a las chicas que le aceptaban un chicle.  El imbécil de Ramiro era famoso por su habilidad innata con las manos, además de su carisma descarada y su rostro atractivo. No fue casualidad que fuera el 27 de marzo cuando ocurrió la desgracia. Ese preciso día fue cuando el trono era otorgado oficialmente al chico del año, y todos los salones estaban al pendiente del resultado final. El ganador  gozaba de privilegios en la cafetería y con la coqueta prefecta de 25 años que tenía menos de 2 años en la institución pero más de 10  de reputación temeraria con los jóvenes. La prueba final para los competidores era simple: debían obtener el libro que leía el profesor de literatura, al cual, por cierto, apodaban “La Hidra”.

Los turnos se dividieron en media hora para cada finalista, que eran 3 : Roberto, Pedro y Ramiro. El primero tuvo un desempeño horrible, pues trato de sacar el libro mientras el profesor escribía en el pizarrón. Deplorable, pues si bien La Hidra era vieja y desmedida, no por nada se le atribuía el nombre de una bestia que tenía 7 cabezas. El fallo inminente del primer concursante implicaba una complicación para los otros 2, puesto que ahora el profesor se mostraba más huraño y cuidadoso que nunca. Pedro sonrió para sus adentros, puesto que si bien era posible fallar para él, eso implicaría que el profesor hiciera imposible la tarea para Ramiro; así que confiado,  decidió que lo mejor era hacer algo increíblemente dramático y audaz que hiciera de él una leyenda en la preparatoria.  Así que el muy bastardo respiro hondo, sonrió a las chicas a su lado y se levantó mientras decía:

-Toda de blanco vestida,
Toda blanca,
Sobre un ramo de violetas
Reclinada
Te veía
Y a las rosas moribundas
Y a ti, una luz tenue y diáfana
Muy suavemente
Alumbraba,
Luz de perla diluida
En un éter de suspiros
Y de evaporadas lágrimas.-


Decía mientras caminaba lentamente hacia al profesor,  haciendo que su voz tomara niveles más bajos en los finales; mientras declamaba veía como todo el mundo se centraba en él, lo cual, por supuesto, le aseguraba la victoria. Ya estaba frente a la hidra, así que le dio la espalda y miro al grupo, todos los ojos puestos en él, mientras lentamente se acercaba al escritorio:

¿Qué hado extraño
(¿Fue ventura? ¿Fue desgracia?)
Me condujo aquella noche
Hasta el parque de las rosas
Que exhalaban
Los suspiros perfumados
De sus almas?


Cuando finalmente pronuncio almas, todo su grupo de fans rompió en gritos y chillidos de emoción incontrolables, mientras pedían a gritos que lo hiciera de nuevo. La hidra enloqueció; dejo plumón y borrador y se puso a callar a diestra y siniestra, a apagar aplausos y mirar con odio a las pocas que lloraban de emoción; Pedro se inclinó ante el grupo y descaradamente fue hasta el escritorio a robar el libro del profesor, puesto que las 7 cabezas estaban vueltas locas unas contra otras debido a su espléndida actuación.  Con suficiencia abrió la mochila solo para descubrir que ahí no había libro.

Y, bravo para los únicos ojos que lo miraban con suficiencia, ahí, en el fondo del salón, Ramiro inclinaba ligeramente la cabeza mientras en su mochila guardaba el libro del profesor, hábilmente robado mientras Pedro realizaba su ridícula declaración de amor a si mismo. Víctima de la ira desmedida que su carácter impertinente le brindaba, Pedro corrió directamente hacia Ramiro, tirando todo lo que se interponía en su camino, loco y desquiciado. Ramiro ni siquiera se inmuto, puesto que sus años de delincuencia lo habían enseñado que era mejor pelear tranquilo. En menos de 10 segundos solo un pupitre se interponía entre los 2 chicos, pupitre en el que estaba sentada una chica, apartada, despeinada y poco atractiva, que parecía ausente de la situación gracias a un libro que mantenía abierto en su regazo. Parados frente a frente, separados solo por esa chica, ambos chicos se miraron con cierto desagrado por unos segundos. Entonces Pedro, ansioso por guerra, se lanzó por Ramiro al tiempo que este preparaba su golpe, ya lo tenía todo calculado y desafortunadamente para la chica frente a él, ese golpe la involucraba, pue son había manera de corresponder el ataque sin golpearla a ella. Segundos antes del desastre, casi como si se lo susurrara especialmente a él, la chica canto por lo bajo:

"I guess you didn't know it, but I'm a fiddle player too.
"And if you'd care to take a dare, I'll make a bet with you.”


Sagrado hasta el extremo, Ramiro reconoció al instante el verso de su canción predilecta, y no por su voluntad, sino por su instinto, se lanzó a salvar a ese chica que no recordaba haber visto nunca en clases; con un movimiento rápido la jaló hacia si, fuera del alcance de la estampida viviente de Pedro. El pupitre cedió ante el peso y un estallido de varas de metal y astillas de madera inundo todo; protector ante todo, Ramiro rodeo con sus brazos a la chica y la aparto de todo peligro, sin siquiera pensarlo, para después dejarla en la esquina apartada del salón.

-Dame el libro.

Pedro había tomado una barra de metal del pupitre y la blandía como si fuera una espada de filo efectivo. Puede que en ese momento la prudencia hubiera salvado el día; muchas veces en la oscuridad Ramiro se pregunta qué habría pasado si le hubiera dado el libro y con el trono de rey. Tal vez  ahora tendría un buen trabajo, una novia bonita y un futuro por delante; pero no, se dice constantemente, el orgullo pudo más que lo correcto (y cobarde).
-* Te dije una vez, hijo de una arma, que yo soy el mejor que puede haber.

( I told you once, you son of a gun, I'm the best there's ever been.)

Todo pasó muy rápido: Pedro lanzó el primer golpe, y  que Ramiro esquivo con destreza, devolviendo el golpe levemente.  Pedro remonto y lanzo un golpe a la quijada desde abajo, pero estaba confundido y en lugar de apuntar a Ramiro, apuntó a la chica detrás de él. En un intento de mantenerla a salvo, Ramiro se tiro sobre Pedro haciendo que ambos cayeran, con tan mala suerte que un efecto tijera del piso y la barra de metal le corto 2 dedos a Ramiro de cuajo.


Cuando empezó a fluir la sangre, la Hidra reacciono por fin y se llevó a ambos muchachos. En el salón solo quedo un reguero asqueroso y una chica despeinada en el fondo  mirando a la nada mientras todos discutían quien había ganado.


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