Relatos, historias y cuentos.

martes, 26 de mayo de 2015

Nunca hubo una vez

martes, mayo 26, 2015 Posted by Anil , , , No comments
Buen lo que sea queridos lectores:

Este día les taremos un cuento que es apto para todas las edades, sobre todo para las personas que nunca entiendes que hay muchas maneras de hacer las cosas.  Abran su mente (más de lo que abren las piernas ha ha) y atrévanse a ir por caminos que aun no han probado.  

Y una dedicatoria muuuy especial a Giih Soares y a Jordi Rivera Flores,   los primeros likes en facebook  (¿Tienen facebook? joder, donde)

¡Chicos, los queremos!


NUNCA HUBO UNA VEZ

Nunca hubo una vez, siempre hubo muchas, pero en una de ellas hubo un hombre que vivía en las montañas. Adoraba  a la naturaleza y vivía en paz con ella. 

Ese hombre era un ermitaño, su padre había sido un ermitaño, su abuelo había sido un ermitaño, su bisabuelo había sido un ermitaño…. Y así hasta líneas de linaje desconocidos. Si se preguntan por su concepción y la descendencia… Bueno, cada ser humano tiene hambre de pasión en un momento de su vida.

Como sea, el hombre se hacía adulto y como digna tradición de su familia debía satisfacer esa hambre para asegurar un hijo a quien ceder su legado.

Era tradición de la familia que el padre inmediato dictara las instrucciones para tan importante viaje, así que 3 días antes de partir, el padre llamó al hombre y le dijo:

-Toma el sendero verde lleno de espinas, camina 3 días sin descansar por este sendero y llegaras a una aldea llena de mujeres. Consigue una. Conciban un hijo y después de 60 días tráelo de vuelta por el mismo sendero.

-¿No será muy doloroso el sendero, padre?

-La recompensa será mayor, hijo.

Y diciendo esto lo encomendó y se retiró a su cueva.

El abuelo del hombre, sabio y arrugado, quería también ayudar a la última línea del primogénito a continuar con la encomienda, así lo llamó al lecho del río donde yacía faltando 2 días para el viaje y le dijo:

-Camina por el riachuelo hasta llegar al valle, ahí veras una gran roca, la cual debes escalar.  Sigue por la montaña durante 6 días y baja hasta sus faldas, donde hay un bosque, crúzalo y llegaras a una aldea llena de mujeres. Consigue una. Conciban un hijo y después de 60 días tráelo de vuelta por el mismo camino.

-¿No será muy largo, abuelo?

-La recompensa será mayor, hijo.

Y diciendo esto lo encomendó y regreso a su lecho cerca del rio.

Un día antes de partir, el bisabuelo  del hombre lo llamó a lo alto de la colina  donde vivía, pues queriendo que su linaje viviera unas décadas más, se proponía  a ayudarlo, siendo estas sus palabras:

-Viaja por  la bahía hasta llegar a  una gran palma, gira a la derecha y camina recto en dirección al sol hasta que llegues a una  aldea. Mata a las serpientes y alacranes que halles a tu paso, pues estos caminos  están llenos de ellas. Ve con cuidado y llegaras a una aldea llena de mujeres. Consigue una. 
Conciban un hijo y después de 60 días tráelo de vuelta por el mismo camino.

--¿No será muy doloroso el sendero, Bisabuelo?

-La recompensa será mayor, hijo.

Y diciendo esto lo encomendó y regreso a tranquila colina.

El día de la  partida, el hombre decidió hacerle caso a su bisabuelo y seguir por la bahía,  con el sol a su espalda y tan solo unos mendrugos de pan. El camino tenía, en efecto, muchos animales ponzoñosos, y antes de llegar a la gran palmera el hombre decidió tomar  un atajo hacia los bosques, que veía a lo lejos. Camino 3 días hasta que, desesperado  y perdido, subió a lo alto de un árbol, y distinguiendo a lo lejos un sendero de espinas corrió hacia él y anduvo por 6 horas hasta que llegó a la aldea que su familia había visitado.

Estando ahí, cansado, muerto de hambre y frío, se acercó al pozo y bebió agua como poseso hasta que una joven le preguntó cuál era el motivo de su estado. El hombre, furioso, le contó la historia de su padre, su abuelo y su bisabuelo, alegando que  ninguno de sus caminos servía y que él solo se las había arreglado al final. Entonces la chica río largo y tendido, para asombro del hombre,  quien aún más furioso le preguntó el porqué de su risa.

-¿dices que no sirve ninguno de sus caminos? Yo creo que sirven todos.

-¿Por qué lo crees?

-Bueno, todos llegaron, ¿No?  La vida está llena de caminos distintos y distintas formas de recórrelos, pero al final, si logras llegar, cualquiera de ellos es bueno.


Y, sonriendo, el hombre se dio cuenta que tenía razón, la tomo por esposa y tuvieron un niño y después de 60 se quedó en la aldea porque ya sabía cuál era su final y que camino quería tomar hacia él.



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