Relatos, historias y cuentos.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Cuando los Malos Ganan

lunes, noviembre 16, 2015 Posted by Anil , , , , , , , No comments
Buenas Tardes Guapos:


Rompiendo la costumbre de publicar en las madrugadas, hoy vengo un poco ofendida por que no me han extrañado. Vale, que tal vez sí, pero me gusta el drama, acostumbrence o denme un poco de chocolate, cualquiera que les sea mejor.



Yo los extrañe mucho :3



Pongamos la regla de que el tiempo no existe aquí,porque escribir periódicamente es sano pero dramático, y ustedes no  quieren venir a leer como me corto las venas cada mes. ;)

Solo tengo una petición: Sigan vivos. A todos nos pasan cosas horribles, pero mantengance vivos y fastidiosos. No los  conozco, pero estoy orgullosa de ustedes, principalmente porque no han muerto. Zombies, los amo.



Dedicatorias: A los que leen, a los que vienen por las fotos o por las frases. Todo es para ustedes, tómenlo sin decir nada. A mi familia, que extraño ahora mas que a nada, a mis amigos por mantener mi equilibrio emocional y a Emmanuel (Y te aguantas).



Punto y aparte, CUANDO LOS MALOS GANAN es un texto inspirado por la situación, la canción SLEEP de MCR  y que no me gustan los gorilas. 




Besos.


CUANDO LOS MALOS GANAN


Cuantos errores habré cometido al tomar mis decisiones. Sé que ninguno. Estoy en shock. Estoy feliz y triste. Patético.


-No me arrepiento de nada, idiotas.

 Debe ser el puto karma en mis hombros. Mate a 6 esta noche. Y Mataré una vez más para asegurarme de que no vuelvan. Oigo sus gruñidos de cadáver por las rejas. Imbécil. Quiero que la granada le pase por la boca, directo a la garganta.


-¡Y se te quede en el corazón, a ver si eres capaz de sentir algo!

Más gruñidos. Puede olerme. La verdad, me conoce perfectamente. Me matará cuando él lo crea conveniente. No debí llamar su atención. Cuando fue una alianza fue perfecto, yo le daba alimento y él era una bestia gigantesca de confianza. Era inmensamente poderosa. Lo tenía todo. Pero Un día de repente fuimos enemigos. Atacó mi tranquilidad y me robo el sueño. Fui desterrada, pase hambre y frio.

-Y te lo agradezco, grandísimo estúpido.  Ahora el oráculo esta de mi lado. La suerte me acompaña y tu feo y asqueroso trasero de mono va a quedar embarrado en todo el suelo.

La granada caliente en mi mano rodaba inquieta. “Recuerda, preciosa, preguntas correctas serán ascensos seguros”.  Si el Oráculo estaba de tu lado, no importaba que te mandaran a China o Plutón, siempre volverías para rematar a tus enemigos, amigos, amantes y personas ocasionales a los cuales les gusta joder por joder. Y el Oráculo había sido claro. “Vive tu o vive él. El que salga primero y con vida podrá decidir su destino. Mátalo bien y esa podredumbre en tu pecho desaparecerá por completo. Pero, si tienes clemencia,  él podrá reclamar su derecho en cualquier momento a retarte, y tu cederás ante su pie, lamiendo la tierra de sus zapatos”

-Y sábete, cara de gorila, que a esta chica no se le da comer polvo. ¡Aparece!

Pero no aparecía, solo daba vueltas  alrededor de la jaula, babeando y tratando de parecer agresivo.

-Antes fuiste algo, ahora solo eres la sombra de quien conocí.

No acabé de decir mis palabras ese monstruo golpeó un lateral con la fuerza de una máquina excavadora. ¿Cuándo demonios se puso tan enorme? Seguramente ahora alguien más le alimentaba, aunque era con alguna sustancia química que le alteraba y dejaba como idiota. “Idiota… Pero eso significa que ahora es libre. Y yo soy libre de romper el trato y matarle con mis propias manos”.

Aun así no le odiaba, en algún momento de la vida maldije su nombre con todo mi ser, pero después supe que no podía seguir así. Traer su recuerdo a mi cabeza me estaba matando a la par que me mantenía viva. Supuse que en algún momento de la vida fue un ser sincero y lo único que buscaba era la paz interior, pero sucumbió a los placeres físicos y olvido el camino que tenía en la vida. Supongo que en algún momento de la vida fue Humano. Pero ya no me dejo engañar, para cuando lo conocí ya era un monstruo idiota que actuaba por instintos bajo una apariencia de bestia dócil.

-Tu eres un pobre diablo, como yo, la diferencia es que yo ya he aceptado mi destino cuando tú lo único que buscas es olvidarte todo.

Más golpes alborotados y baba por doquier. Diablos, el ultimo casi me alcanza. Debía de actuar rápido o perdería el control y me mataría. Puse manos a la obra: Saque la granadas, y las uní por los ganchos, para que detonaran al mismo tiempo, saque la pistola cromada y le cargue la única bala que traía conmigo. Por ultimo saque mi cuchillo de plata con un destello silbante. Él se detuvo en alguna penumbra al oírlo; no sé se si preparaba o solo esperaba la primer golpe.

-No tengo pensado dar más de uno- Le dije con un susurro, esperando que me atacara.

-No esperaba menos.

Tenía una voz horrible, granjeada, áspera e inhumana, una voz torcida.

-…¿Aun puedes hablar?

Una risa de orangután maniaco lo lleno todo;  Me espanto,  lo admito, me puso a temblar. Odiaba ese sonido. ¿Por qué siempre me meto en problemas? Podría ser una ermitaña en un monte, matándome de inanición. Pero no, la tonta quería matar monstruos.

-¿No castigan a los detractores con la muerte? ¿Por qué sigues viva?

-Sabes que los matan en hogueras públicas. La civilización es tan salvaje.

-¿Y por qué no estas muerta?

-¿Me extrañabas?

Golpes a la jaula, esta vez sí me alcanzó, provocando cortes en mis brazos y pecho. Empecé a sangrar y el olor lo enloqueció aún más. Tome las granadas  y las apreté en mi estómago.

-No sabes el dolor que es ser yo… ¿Quieres verme?

-No. Te veré cuando estés muerto.

-¿Para que medio salvarme si luego me vas a matar? Eres asquerosa. Igual que todos las demás.

-Pero tú ya sabias eso. Cobarde. Puedes matarme ahora pero estás esperando sanar tu conciencia. ¡Vive con ella de una maldita vez! Acepta que me engañaste y tal vez te deje morir en la paz que buscas.

Su cara salió entre los barrotes, como una máscara de suciedad y tristeza, ojos cansados y viejos, vista perdida.

-Solo intentaba ser feliz- Susurro como antes lo hacía antes, cuando aún quería salvarlo.

-Y un carajo.

Y le metí las granadas en la boca.

Buuuum. Una bola de fuego me alcanzo en el momento en que me cubría  la cara con el brazo. Todo zumbaba y estaba lleno de polvo. Estaba mareada y aturdida. “Mi cuchillo” Era lo único que pensaba. Estaba en mi mano. Pero mi mano ya no estaba.

-Joder… Me gustaba esa mano.

El Oráculo me las pagaría, nunca mencionó que perdería una mano.

-¡Qué me has hecho!.... arhhh…. ¡MI TORSO! ARRR…

-Ah,  mi cuchillo. Si me disculpas, está a un lado de tu brazo.

-MI BRAZO… ESTÚPIDA, ¡MI PIERNA!

Pfff, pues tenía razón,  mi mano estaba en un charco de baba y sangre junto con mi cuchillo. Pero de sus extremidades faltantes no había nada, solo gelatina roja por doquier.

-Cállate- Recogí mi mano, todavía podía salvarla si me apresuraba.- Estas vivo, ¿No? A alguien le serás útil. Pero ya no tienes poder aquí. Sana y vete.

-¡PERRA PSICÓPATA, MATAME!

-No querido. Yo vine solo a rematarte. Pero alguien más te matara y me da gusto que no sea yo.

¿Se puede cambiar el futuro? El Oráculo decía que no. Pero la crueldad. ¿Yo era capaz de matar por mi vida? Tomé el cuchillo con cuidado. Dios, era muy torpe. Mi mano, aunque la pudiera salvar, no sería igual. Ahora tendría que ser zurda.  Joder, de un maldito mordisco. Como lo amaba. “Muerdes la mano que te alimenta”. Dulce ironía.

-Tomare esto.

Y le saqué el ojo rápidamente. Fue una suerte que no dañara el cerebro (¿Tenía?) pero la verdad, fue un ojo por mano.

-Y ahora me voy. Un placer conocerte.

-¿POR QUÉ NO ME MATAS?

-Porque si sobrevives vendrás a buscarme. Y te voy a estar esperando. Si eso pasa, habrás aceptado que fuiste un maldito bastardo, como yo acepto ahora que fui una maldita estúpida. Y entonces, solo entonces, será una batalla justa.

El oráculo nunca se equivoca. Era él o yo. Pero aun no era tiempo. Y si un gorila ambicioso podía aceptar su humanidad, yo podía aceptar que siempre fui de los malos.
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"Había una loca que le tenia miedo a la casa con el salón inmenso del pueblo. Decía que había un monstruo con forma de gorila que pasaba las noches ahí. El mono podría hablar, porque, según decía, antes había sido humano, pero fue sometido a procesos extraños trasformando su cuerpo creyendo que así sobreviviría a las guerras.  También decía que una chica trato de volverlo humano, pero fue ella la que se transformo en una bestia asesina. Yo una vez fui. El salón olía horrible y todo estaba todo sucio, muchas manchas marrones. Una jaula grande estaba destruida y quemada. Entre aquel desastre había un dedo negro.  Antes de salir corriendo, en una esquina vi que algo se movía. No voy a olvidar nunca ese ojo amarillo mirándome. No era humano, pero tampoco era de animal. Yo sé que así es como se ven los ojos de los muertos en las brasas del infierno"


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